Hoy vamos a intentar dar respuesta a una de las grandes preguntas de los amantes del senderismo. Porque nuestra mochila de trekking es, indudablemente, una de las claves para disfrutar de la montaña y las actividades al aire libre. Y de ahí la necesidad de saber organizarla para mantenernos cómodos en todo momento.
Hay dos conceptos que son clave: la distribución del peso y la accesibilidad a nuestra carga. Si acertamos con ambos evitaremos perder tiempo en nuestra aventura y, lo que es más importante, posibles lesiones de espalda. Toma nota de estos 10 valiosos consejos.
1.- Aunque parezca una obviedad, lee con atención el manual que viene junto a tu mochila de trekking. En muchas ocasiones no sabrás los mil y un escondrijos o posibilidades que te ofrece tu mochila, y estarás limitando su uso. ¡Sácale todo el partido posible!
2.- Estudia los distintos tejidos utilizados en la construcción de la mochila. Prueba en casa su impermeabilidad, su resistencia y su grosor. Esa información de cada uno de los compartimientos de la mochila te ayudará a tomar decisiones cuando la cargues.
3.– Trata de ubicar los accesorios más pesados en una zona céntrica de la mochila, ni en la parte de abajo, ni en la superior. A media altura es el lugar idóneo para colocar la mayor cantidad de peso, y cuanto más cerca de la espalda mejor.
4.- Reparte el peso equitativamente respecto al eje vertical de la mochila. Trata de encontrar el equilibrio entre ambos lados, de modo que la mochila no esté descalibrada. Este aspecto es fundamental para evitar molestias cervicales y lumbares.
5.- Los objetos a los que demos más uso (hidratación, teléfono móvil, gafas de sol, dinero, guantes, gorro…) deben estar situados en los compartimientos y bolsillos más accesibles. Que sea fácil cogerlos y soltarlos sin necesidad de quitarnos la mochila ni hacer escorzos extraños.
6.- Ten cuidado con los objetos punzantes o con salientes. Colócalos en vertical, hacia arriba, para evitar que se muevan y te dañen la espalda.
7.- Los objetos con más valor, en cambio, los ubicaremos en los compartimientos más seguros, es decir, los que tienen cierre de cremallera, y no de velcro o de rejilla elástica, donde viajan menos seguros.
8).– Si tu mochila dispone de un bolsillo estanco, aprovéchalo para guardar el teléfono móvil, las tarjetas o documentos. Cuanto más protegidos, mejor.
9.- La mejor opción para el saco de dormir, si vas a hacer noche en la montaña, es en la parte de abajo. Muchas personas optan por llevarlo arriba, pero si lo llevamos bien sujeto y atado, la zona inferior de nuestra mochila es el lugar ideal.
10.- En el bolsillo trasero exterior, que suele ser de cierre de malla elástica o velcro, opta por accesorios como la linterna, la crema solar, la manta térmica, la multiherramienta, etc. Objetos que, en principio, no vas a utilizar con frecuencia, pero mejor tenerlos a mano y no escondidos en el compartimento principal junto al resto de ropa.